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Portugal encuentra éxito en la semana laboral de cuatro días: Mejora en la salud mental y la conciliación familiar

Portugal se suma al debate sobre la semana laboral de cuatro días con un innovador proyecto piloto que involucra a 41 empresas y aproximadamente 1,000 empleados. Un estudio presentado por investigadores contratados por el Gobierno portugués revela que, aunque en desarrollo, el programa ha mostrado mejoras significativas en la salud mental y el bienestar de los trabajadores.

El informe, realizado por los profesores Pedro Gomes y Rita Fontinha de las universidades de Londres y Reading, respectivamente, presenta resultados preliminares que destacan una reducción del 21% en los niveles de ansiedad entre los trabajadores. La iniciativa ha llevado a las empresas a reducir el tiempo de trabajo en un 12%, sin afectar los salarios, disminuyendo las horas semanales de 41.1 a 36.5.

En casi el 60% de las empresas analizadas, se implementó la semana laboral de cuatro días, mientras que el restante 40% optó por quincenas alternadas de nueve días. Contrario a la creencia popular, el nuevo día libre no se asigna mayoritariamente al viernes; solo el 20% de las empresas elige ese día. El lunes es otro día popular, y la flexibilidad se aprecia, ya que varía según los puestos y las necesidades productivas.

El estudio destaca que el impacto positivo va más allá del ámbito laboral, con el 65% de los trabajadores dedicando más tiempo a la familia, el 60% a aficiones e intereses, y el 45% a amistades. Además, se observa una notable mejora en el equilibrio entre la vida laboral y familiar, con una disminución del 46% al 8% en los trabajadores que encuentran difícil conciliar ambas.

El profesor Pedro Gomes destaca la relevancia de la dimensión de género en este experimento, subrayando que la presión del tiempo, especialmente para conciliar el trabajo y las tareas de cuidado en casa, es más consciente en las mujeres. Este proyecto desafía las preocupaciones habituales de las empresas sobre la medición de la productividad, la gestión de las vacaciones y los cambios culturales. A pesar de los desafíos, el 95% de las empresas considera positiva la iniciativa, abriendo la puerta a nuevas formas de trabajo más equitativas y saludables.