EconomíaSocial

Vacaciones agridulces para miles de niños madrileños: la incertidumbre alimentaria durante el descanso navideño

El próximo 22 de diciembre, mientras miles de niños de la Comunidad de Madrid anticipan con ilusión el inicio de las vacaciones de Navidad, para las familias más vulnerables estas dos semanas representan un periodo de incertidumbre y preocupación. La clausura de los comedores escolares y un sistema de ayudas considerado «insuficiente» e «ineficaz» dejan en el aire la garantía de una comida completa al día para los hijos de estas familias.

Unicef revela que hasta el 48% de los niños madrileños vive en hogares con dificultades económicas, y un 8,7% experimenta pobreza material severa. Durante el periodo escolar, algunos de estos niños acceden al servicio de comedor escolar, parcialmente subvencionado por un sistema de ayudas. Sin embargo, estas becas, que más bien son un copago, son limitadas. Solo alrededor de 5.500 niños de los 130.000 alumnos pertenecientes a familias con ingresos por debajo del umbral de pobreza obtienen la gratuidad total del comedor escolar.

Con la llegada de las vacaciones, la situación empeora, ya que la Consejería de Educación, Ciencia y Universidades no garantiza la continuidad del servicio durante las semanas o meses no lectivos, dejando en manos de los ayuntamientos la gestión de programas especiales de apertura.

Las familias deben dirigirse a la escuela o al ayuntamiento para informar sobre la necesidad de disponer de comedor durante las vacaciones, y los ayuntamientos pueden solicitar las ayudas de la Comunidad para financiar este servicio. Sin embargo, el presupuesto asignado resulta insuficiente y el sistema ineficaz. La diputada del PSOE-Madrid, Lorena Morales, denuncia un recorte del 30% en el presupuesto de ayudas desde 2016.

Durante el curso 2021/22, el presupuesto ejecutado fue de apenas 72.893 euros, beneficiando a 550 alumnos de más de 80.000 con precio reducido. «Es una tendencia a la baja que se observa desde antes de la pandemia», critica Morales.

Esta carencia de apoyo a las familias más necesitadas durante las vacaciones ha sido objeto de críticas tanto de asociaciones de padres como de sindicatos. Desde CCOO-Madrid, Isabel Galvín señala que esta política «abandona a su suerte a quienes más lo necesitan», generando desigualdad e inequidad. La situación deja en evidencia la falta de un sistema eficiente y atractivo de subvenciones que llegue a todas las personas que lo necesitan.